dimecres, de desembre 08, 2010

SOBRE LAS PELIGROSAS RELACIONES ENTRE LOS CONTROLADORES Y LOS GOBIERNOS

Los colectivos corporativos, como los controladores, han sido sucesivamente "mimados", "protegidos" e "impulsados" por los sucesivos gobiernos democráticos en nuestro país. Desde los de UCD a los del PSOE, pasando por los del PP.

Cuando han exigido mejoras de condiciones salariales o ciertas concesiones sobre cómputos de jornada u otras reivindicaciones imposibles de entender en otros colectivos o en los mismos colectivos en otros países se les han concedido con un doble argumento: el lugar privilegiado que ocupan en el núcleo central de la prestación de servicios públicos (maquinistas, conductores de transportes públicos, pilotos, controladores...) y para "evitar" que los sindicatos de clase "tan peligrosos" accedieran a estos "centros de poder sindical".

En los peores momentos, cuando se congelaban los salarios del resto de empleados públicos o se limitaban sus incrementos o se cuestionaban determinadas interpretaciones sobre cómputos horarios, por ejemplo en el transporte de mercancías o de viajeros por carretera, se cedía ante el chantaje de estos colectivos. Y lo han hecho todos los gobiernos de cualquier orientación (Suárez, Calvo Sotelo, González, Aznar y Zapatero), por lo que arrojarse a la cara las acusaciones que hemos podido oír estos dos últimos días nos parece hipócrita, electoralista y absolutamente irrespetuoso con la ciudadanía en general y con el resto de trabajadores y trabajadoras que estamos siendo agredidos de forma bestial con las políticas que se imponen desde la Unión Europea.

Aludir por parte de estos colectivos a su derecho a negociación colectiva o al derecho de huelga y que ésto sea recogido por los medios de comunicación nos parece un insulto para los que hemos conquistado estos derechos tras largos años de lucha sindical, con muchos sacrificios y aún no los hemos consolidado para importantes colectivos.Estos colectivos no negocian sus condiciones, las imponen con amenazas y utilizando a la ciudadanía como rehén en sus "peculiares" formas de movilización (bajas médicas, trabajo a reglamento....) siempre sin dar la cara por las vías reconocidas.

¿Cuándo ha convocado una huelga?, nunca, no vaya a ser que pierdan sus ingentes ingresos como el resto de los humanos. Siempre se amparan cobardemente en formas no laborales de protesta que obligan a los gobiernos o empresas a negociar bajo las patas de los caballos, casi siempre en fechas muy señaladas y siempre sin preavisar a la ciudadanía.Lo hemos vuelto a ver este fin de semana, en esta ocasión por parte de los controladores, pero estoy seguro que lo volveremos a ver de la mano de los pilotos o de cualquier otro colectivo. Rápidamente los medios hablan de huelga de los sindicatos para desprestigiar esos dos conceptos, en una campaña larga e interesada. Pues bien debemos levantar la voz para negar que se trate de una huelga, para evitar que los piquetes mediáticos antisindicales aprovechen nuevamente para exigir una regulación restrictiva de ese derecho laboral o como algunos piden prohibirla sencillamente en los servicios públicos o con carácter general.

Tampoco ayuda mucho un Gobierno que aprovecha el comienzo de un largo puente para unir su inexplicable decisión de privatizar AENA con la publicación de un Real Decreto que regula la jornada de los controladores tras una negociación en la que unos y otros no han hecho los deberes.

Basta ya de demagogia. Gobierno y USCA han utilizado a la ciudadanía como rehén para echarse en cara los efectos de la "rebelión" en las torres. Los primeros para intentar acabar con un contrapoder que han ayudado a crear y consolidar y los segundos para intentar mantener unos privilegios que ningún colectivo laboral exige, muchos de ellos en peores condiciones de trabajo. Alguien se acuerda de las condiciones salariales y laborales, incluida la jornada de trabajo, del personal sanitario, de los bomberos, de la Policía Nacional o la Guardia Civil, de los conductores de transporte de mercancías o de viajeros, de los conductores de ambulancias.... y así de una larga lista de colectivos con salarios mucho más bajos que estos colectivos privilegiados y con peores condiciones de trabajo.

Nuestro pesar es que, tras la enésima escenificación de un "último desencuentro", volverán a repetir estas situaciones manteniendo unos sus privilegios y otros argumentarán la importancia social y estratégica de este colectivo lo que les llevará como siempre a aceptar su chantaje y de estos dos días harán borrón y cuenta nueva. Salvo que los mercados y la UE les digan que hay que "dar una vuelta de tuerca" a este colectivo mientras que a los demás ya vamos por la tercera o la cuarta.

Gracias USCA por vuestra insolidaridad y por no haber querido aceptar la propuesta del resto de sindicatos de luchar juntos contra la privatización del 49% de AENA. Gracias Gobierno por haber echado un pulso en el peor momento, demostrando una total falta de respeto por los usuari@s ciudadan@s del transporte aéreo y por dar una imagen tercermundista con la declaración del estado de alarma y una militarización de las torres, a todas luces innecesaria, cuando se podía haber conseguido los mismos objetivos con la legislación laboral existente en nuestro país, la misma que se nos aplica al resto de trabajadores y trabajadoras de los servicios públicos. Hasta en eso seguís potenciando la imagen clasista de estos colectivos.

Enrique Fossul





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